la sinceridad de una sonrisa,
se refleja en la niñez,
ya que no sabemos falsear,
la dura rigidez.
pero una vez crecidos,
aprendemos sin querer,
a engañar a la gente,
una y otra vez.
nos mostramos sonrientes,
con naturalidad,
pero por dentro sabemos,
que todo esta muy mal.
a veces por miedo,
otras por maldad,
siempre hay un motivo,
para la falsedad.
una vez ancianos,
volvemos a recordar,
lo lindo de la sonrisa,
llena de sinceridad.......
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